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Algo Esencial Pero Peligroso

Para no mantener a nuestros lectores en duda por más tiempo que lo necesario, les diré que el tema de este artículo es el dinero. Aunque no todos están dispuestos a admitirlo, el
dinero juega una muy importante parte en nuestra vida cotidiana. Es un asunto con el cual luchamos, o por lo menos enfrentamos diariamente. ¿Como podemos olvidar el
sentimiento indescriptible en las ocasiones cuando nos tocó pagar y nos hallamos sin el dinero suficiente? Creo que es seguro decir que el dinero viene a nuestra mente todos los
días, a veces más que una vez. La verdad es que hasta lo so-ñamos con frecuencia, sea directa o indirectamente. ¿Acaso no hemos oído a algunos decir que soñaron haber ganado la lotería? ¿Cuantas veces hemos oído de personas que han trabajado duro, y por toda la vida para ganarlo? El dinero ha sido la ruina de muchos hogares y matrimonios, y ha servido para tornar amigos en enemigos. Otros han matado para tenerlo. Tampoco es extraño oir de los que se enferman o mueren de mortificación pensando en éllo. El mundo está repleto de personas que han vendido su honor y reputación por el dinero. Según un reciente estudio, los hogares americanos tienden en gastar diez por ciento más que lo que ganan, no importa cual sea su nivel financiero. Creo que con esta observación, algunos tendrán que decir un amen, aunque sea con dientes apretados. Pensemos en la importancia del dinero en la vida diaria: A pesar que nos encontramos en medio de la época electrónica, en la cual la gente puede comerciar por teléfono o computadora, o con cheques, o con tarjetas de plástico, aún no  pueden eliminar, las monedas o el dinero de papel. De otro modo, ¿como compraríamos chicles, refrescos, el periódico, o dar la acostumbrada propina en nuestro restaurante preferido? ¿Y como podemos omitir el plato para las ofrendas en la iglesia? Esto me recuerda de un chiste. ¿Han oído la leyenda de los billetes? Un dia hablaba un dolar con un billete de cincuenta y uno de cien. Comentó el de cien: "He viajado por todo el mundo y he conocido unas partes muy interesantes." Dijo después el de cincuenta: "No he ido a otros países con mucha frecuencia, pero sí he viajado por todos los Estados Unidos." Con eso, el de uno dijo: "Yo casi nunca he salido de la ciudad, pero sí he estado en la iglesia toda mi vida." Sabemos que hay muchos que piensan que el dinero es la vida. ¡Están grandemente equivocados! Las siguientes citas han sido atribuídas a algunos millonarios conocidos. John W. Rockefeller dijo: "He ganado muchos millones, mas no me han traído felicidad." Dijo W. H. Vanderbilt: "El cuidado de 200 millones es lo suficiente como para matar a cualquiera." "No hay ningún placer en ello." John Jacob Astor dijo: "Soy el hombre más miserable del mundo." Últimamente, Henry Ford dijo: "Yo era más feliz cuando solo era un mecánico." Otros dichos notables sobre el dinero, algunos de ellos atribuídos a cristianos, son los siguientes: [Hay dos maneras como el cristiano puede ver su dinero: "¿Qué tanto de mi dinero usaré para Dios?" o "Qué tanto del dinero de Dios usaré para mí mismo?"] "Cada vez que le prestas dinero a un amigo, dañas su memoria." "Antes de pedir un préstamo de tu amigo, decide cual necesitas más." "Cuando uno declara que no es el dinero sino el principio, vale más que sepas que es el dinero." Para concluír, ¿Que haremos con el dinero? Una cosa es no usarlo como ventaja sobre otros. Nos dice El Señor en Éxodo 22:25, Si das dinero prestado a un pobre de mi pueblo que está contigo, no te portarás con el como un usurero, ni le impondrás intereses. En Deuteronomio 23:19, El Señor incluye cualquier otra cosa que le podamos prestar a nuestro hermano. El salmista escribió: aquel que no presta su dinero con usura, ni contra el inocente acepta soborno, habitara en el Tabernáculo de Dios y no será movido jamás. (Salmos 15) Isaías 55:2 nos enseña que no es bueno gastar nuestro dinero en lo que no es pan. Sin duda se refiere a los que desperdician su dinero en cosas vanas y necias. No hay nada que tenemos que no vino de la mano de Dios. Y todo lo que El nos ha dado, tiene su próposito. Nada nos vino por casualidad ni por la buena suerte. Por la enseñanza de Cristo en la parábola de los talentos que se halla en Mateo 25, es muy evidente que si Dios nos ha dado alguna cosa, lo ha hecho para que lo usemos en su servicio. Sobre todo, estimado creyente, ore al Señor por dirección en mejor utilizar el dinero que El le ha dado. Y hágalo sin quejas o murmuraciones, no olvidando lo siguiente: Cada uno dé como propuso en su corazón, no con tristeza ni por obligación;porque Dios ama al dador alegre.  (2 Corintios 9:7)
 

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